11 de diciembre de 2017

Batman: Date Nights/Last Rites de Tom King, Lee Weeks y Michael Lark: Una verdadera joya

























Una de las cosas que DC Comics está haciendo muy bien en este resurgir editorial que viven los lectores desde hace año y medio, ha sido la diversificación de formatos y líneas editoriales, donde la editorial ha recuperado su línea prestigio, ha apostado por miniseries y especiales que dan una gran variedad de propuestas de muy distinto tono y que permiten al lector poder elegir entre una gran variedad de productos, muchos de ellos más que interesantes. Pero también, ha devuelto la trascendencia y la importancia a los especiales anuales, un formato que entre los años 60 y 80 se reservaba para historias especiales y trascendentales de la historia de los personajes. Así, tenemos el Fantastic Four Annual nº 3, que versaba acerca de la boda de Reed Richards y Sue Storm, o la Guerra de Asgard protagonizada y narrada en sendos anuales de Los Nuevos Mutantes y La Patrulla X, sin olvidar el anual nº 11 de Superman, con la fundamental historia "Para el hombre que lo tenía todo". Y los autores dedicados a las mismas se encontraban entre los más destacados de la industria, en cada una de las épocas en que fueron publicados. De los ejemplos mencionados anteriormente, destacar que sus autores eran, ni más ni menos, que Stan Lee y Jack Kirby, Chris Claremont y Arthur Adams, terminando con ni más ni menos que Alan Moore y Dave Gibbons.





Y esto exactamente es lo que pretende Tom King con este, su segundo anual para la serie regular del Hombre Murciélago. Lo primero que hace es rodearse de dos artistas como Lee Weeks y Michael Lark, autores amados por el buen aficionado y ninguneados por un fandom más interesado en los fuegos de artificio de otros autores mucho más exitosos pero de muy menor talento. Lark y sobre todo Weeks, entregan página tras página con una composición, una narrativa y un trazo que se encuentran entre lo mejor que puede dar de si el tebeo mainstream americano.



El guión de King no le va a la zaga. Porque si en la serie regular que King comanda en la actualidad nos está contando un momento trascendental en la historia del personaje, como es la petición de matrimonio a Selina Kyle, aquí nos cuenta en escasas 40 páginas y una capacidad de síntesis tan encomiable como bella y desgarradora, el inicio y el fin de esta mítica relación de pareja.



Es difícil trasladar las emociones y las sensaciones que embargan al lector a través de esta 40 páginas, que describen con precisión quirúrgica y con una sencillez aplastante, los parecidos y diferencias entre ambos miembros de la pareja, reflejados a través de la prosa de King en dos huérfanos náufragos, necesitados ambos de un ancla que les rescate de las profundidades del abismo emocional en el que se encuentran. Dos personajes tan parecidos en su pérdida, como diametralmente opuestos en su respuesta a la misma.



Nunca hemos visto a un Batman tan humano y frágil, ni a una Catwoman que no pierde un ápice de su sex-appeal, reconvertida en algo que va más allá del sueño erótico. Ni ningún guionista ha conseguido hasta el momento reflejar con tanto acierto que la pulsión que existe entre ambos va más allá del mero deseo sexual, rematando de nuevo con esa habilidad de cerrar el círculo marca de la casa King, una obra cuyas dos páginas finales devastarán al lector por su habilidad de emocionar con la mínima expresión y consiguiendo que las siguientes relecturas de un tebeo, que se sitúa desde ya entre las mejores obras del personaje, sea completamente diferente, conociendo su trágico pero bello y honroso desenlace.

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